El Ballet Contemporáneo de Camagüey abrió el mes de agosto con la visita de Eric Rivera, coreógrafo puertorriqueño y profesor de danza asociado a la Virginia Commonwealth University, en su segunda colaboración con la compañía cubana.
En el año 2019 Rivera realizó el montaje de la obra Por el tiempo, con la entonces primera bailarina y actual directora de la institución Lisandra Gómez de la Torre, admiradora del trabajo de ese maestro, el cual le resulta atractivo y dinámico.
Rivera regresa acompañado de su asistente y alumna Sophia Berger, quien forma parte de los talleres y contribuye en el proceso de creación de la nueva pieza para estrenar en septiembre, en el Teatro Principal de la ciudad.
Con la propuesta coreográfica pretende incluir la mayor parte del elenco, con la utilización del ballet contemporáneo como estilo principal expuesto a la libertad de creación, comentó Gómez de la Torre.
“Sus creaciones se caracterizan por movimientos de faldas que atrapan tanto al espectador como a cada uno de los bailarines, a la expectativa de lo que por estos días se va gestando”, añadió.
La directora explicó que esta colaboración permite abrir nuevas sendas para la agrupación. Sus integrantes están inmersos en rigurosas clases magistrales para este proceso creativo que se despliega en agosto, indica un reporte del periódico local Adelante.
El Ballet Contemporáneo de Camagüey cuenta con una fuerte base técnica de danza clásica, enriquecida con entrenamientos de danza moderna y ejercicios experimentales de improvisación. Se trata de una joven agrupación que transita estadíos de investigación aproximando su labor hacia una danza teatral más personalizada.
Su trayectoria, avalada por especialistas y público, tiene un fructífero desempeño dentro del panorama danzario nacional, no solo por las recurrentes presentaciones a lo largo del país, si no por los resultados dentro de los diferentes eventos competitivos.
Su estética -aunque en constante búsqueda- parte de la necesidad de transmitir un mundo visual cargado de simbolismo, la conceptualidad no como discurso temático sino como necesidad espiritual donde el hombre, siempre protagonista de su historia, se funde entre su existencia y su ideal.
Una cosmovisión plagada de sensaciones vistas a través del gesto, del estado de relaciones entre los personajes, del virtuosismo de la danza en su expresión más absoluta: plasticidad e imágenes.
El colectivo danzario ha sido invitado al Festival Mundial de «Solos y Duetos» celebrado en La República Bolivariana de Venezuela con el solo masculino «La muerte del Hombre»y a la 5ta Bienal de Danza Contemporánea del Caribe con sede en Martinica, momento en que unen su trabajo al Zadith Ballet Theatre de Martinica y al 86B210 de Japón.
Se presentó por primera vez en el Fire Island Dance Festival, en Nueva York, siendo la primera agrupación danzaria cubana presente en ese encuentro.